Bueno, nadie se animó y al final nos reunimos "tres", porque el tercero estaba con nosotros y siempre estará, yo por lo menos no lo pienso ni puedo olvidar y menos después de conocer a su estupenda familia.
Nuestro difunto compañero Trazo era de la zona y después de conocer por parte de su hermana la triste noticia de su fallecimiento, me prometí a mi mismo que entre una de las cosas que tenía que hacer antes de acompañarle allá arriba, era visitar su lugar de eterno descanso. Así se lo transmití a la hermana y pudo parecer que era algo dicho de "compromiso". Pero los que me conocen un poco, saben que si yo digo algo, no paro hasta cumplirlo. Desde luego desde mi tierra, hasta la zona de Murcia-Alicante hay una buena distancia y mas si se hace en coche, 800 km.
Casualidades de la vida, yo en Septiembre suelo disfrutar de dos semanas de vacaciones (este año la he reducido a una por tener exceso de trabajo en la oficina) y un compañero me ofreció un apartamento que tiene en la zona a un módico precio. Automáticamente me vino a la mente Trazo, Cayo y alguno mas de la zona, así que acepté la oferta y empecé a planear mi viaje y la posible "Kedada".
Mantuve (y mantengo mas todavía) el contacto con la hermana de Trazo y acordamos encontrarnos en la puerta del cementerio donde descansa en paz Trazo, el pasado 12 de Septiembre a las 11 de la mañana. Así se lo transmití a Cayo, pero por motivos personales el intentaría ir mas tarde.
Para rato me esperaba yo que en la puerta del cementerio estaría la hermana acompañada de los padres, su cuñado (marido de su única hermana) y de sus sobrinas. Bufff, fue impresionante, toda la familia se alegró de que alguien al que no conocían y que tampoco conocía en persona a Trazo, se desplazase 800 km para visitarles, ver el lugar del descanso de Trazo, convivir con ellos unas horas y sentarme en la silla desde la que tantos trabajos publico. Si, estuve en la casa donde vivía Trazo (con sus padres), en su cuarto, sentado delante del ordenador y viendo sus trabajos.
Me mostraron el lugar donde reposan sus restos y como es de imaginar, yo no podía ir con las manos vacías y llevé un centro de flores con un lazo donde se podía leer:
RinCAD no te olvidará
... lo podéis apreciar en la parte inferior derecha, gracias a una fotografía que me ha mandado Cayo, ya que las que yo hice ..., bueno, ya os contaré.
Debido a diversos contratiempos, cuando llegó Cayo, el Cementerio ya había cerrado y no pudo visitar la tumba, cosa que ha hecho hace poco para tomar la instantánea que os muestro. De allí y después de las presentaciones, nos dirigimos a comer a un restaurante que tenían reservado para nosotros, pasamos una velada impresionante, con mas fotos, mas anectotas de la familia de Trazo, mas lágrimas de la madre (pobre mujer, lo que esta sufriendo y yo sin encontrar unas palabras que pudiesen apaciguar un mínimo su dolor). Después nos trasladamos a la casa de los padres, ya que le pedía a la hermana permiso para poder ver su lugar de trabajo, su trabajo y permiso para hacer una copia de los trabajos hechos y pendientes, porque los tenía, algo que me autorizaron con sumo gusto. Como me ha comentado Cayo, fue impactante estar en aquella habitación, sentado en su silla, delante del ordenador, ver sus trabajos y lo que tenía preparado. Que inmensa suerte hemos tenido.
A Cayo le reclamaban asuntos familiares y se tuvo que despedir, no sin antes concertar una cita con mi mujer y conmigo, para el miércoles o jueves, ya que asuntos personales le impedían poder hacerlo antes. Así quedamos y nosotros (mi mujer y yo) continuamos con la hermana y cuñado en su domicilio, hasta que ya se nos hizo tarde y teníamos un largo viaje a hasta el apartamento, una hora. Nos despedimos e invitamos a la hermana y familia a visitar mi tierra, algo que seguramente algún día harán, estoy seguro.
Nos fuimos al apartamento y disfrutamos del domingo y lunes, playa y visita de la ciudad. El martes volvimos a la playa a la mañana y entonces nos sucedió el acontecimiento mas desagradable de mi vida y el que motivó todo el cambio de planes: fuimos a la playa con un bolso donde guardamos todas nuestras pertenencias (documentación, móviles, gafas graduadas de sol y normales, la ropa de mi mujer, las llaves del coche, del apartamento, dinero y mas cosas que no teníamos por que llevarlas) y en un descuido, algún hijo de ... nos lo robo TODO. Mi mujer se quedó con el bañador y una toalla, yo con el bañador y la camiseta que había dejado en la sombrilla y con todo ello tuvimos que ir andando casi dos km hasta el cuartel de la Guardia Civil, a presentar la correspondiente denuncia. Ni comimos, ni teníamos dinero para hacerlo, no teníamos ni como entrar en el apartamento donde teníamos dinero, ropa y otro juego de llaves del coche. No podíamos llamar a nadie, ni sabíamos los números, ni teníamos medio para hacerlo. La Guardia Civil nos facilitaron dos número de teléfono y un teléfono para llamar a un cerrajero para que nos abriese la puerta del apartamento y para llamar para anular las tarjetas de crédito.
Había tres personas esperando para tramitar sus denuncias y nos ofrecieron dinero para comer, teléfonos para llamar y se preocuparon por nosotros, cuando ellos tenían problemas mayores que los nuestros (a una le robaron el coche, a un matrimonio les habían robado en el piso y a lo otra chica le habían drogado a su padre y casi lo matan). Pero allí estaban, preocupándose de una pareja desconocida y ofreciendo lo que podían, IMPRESIONANTE.
Después de dos horas, intentamos volver a contactar con el cerrajero a través del teléfono de de una de estas personas y nos fuimos al apartamento con la denuncia en la mano, una mala leche que ni quiero recordar y la idea de irnos en cuanto entrásemos en el apartamento y recuperásemos lo que allí había. El Guardia que nos redactó la denuncia nos aconsejó que nos quedásemos un par de días, por si aparecía en Objetos Perdidos algo, algo que no sucedió, ni ha sucedido a día de hoy.
Claro, sin móvil no podíamos contactar con Cayo y este nos llamaba y al no contestar, ya se empezó a preocupar. Evidentemente, perdimos TODAS las fotos del sábado y TODAS la anteriores de las que no tenía copia, por TONTO.
Cuando ya accedimos al apartamento (que nos costó su dinero y tiempo), me desplacé a un Ciber cercano y desde allí puede contactar con nuestra familia para contarles lo que nos había pasado y tranquilizarlos. He estado dos días hundido en la miseria, quería despertar de la pesadilla y volver a la normalidad, pero cada vez que me despertaba, me daba cuenta de que no era una pesadilla, era real. En el Ciber tenían ordenadores con Internet (evidentemente) y una mesa donde podías traer tu portátil y conectarlo. No se por que yo me lleve uno mio y lo conectamos, así puede mandar un correo a los conocidos del Foro y pude obtener de nuevo el número de Cayo, al que llamé y el conté lo que pasaba. Claro, el me dijo que me había llamado y que al no contactar, ya se pensaba lo peor. El tenía intención de que le visitásemos el jueves, pero teníamos tantas ganas de venir a casa, que le dimos las gracias y nos vinimos ese día.
Yo uso gafas desde hace varios años y desde hace tres, llevo unas progresivas (lejos y cerca). Para conducir o para el sol tengo unas oscuras graduadas y ambos pares estaban en el bolso sustraído, así que el volver me implicaba tener problemas de visión (algo que no sucedió) o que la policía me parase y me impidiese conducir. Gracias a dios mi problema visual es la vista a larga distancia y la letra pequeña cercana, por lo que no tuve mucho problema mientras era de día. Ya al pasar por Pamplona, paramos en el establecimiento donde hace tres años me hice las gafas, para encargar urgentemente un par nuevo, porque lo necesito. Ya me lo prepararon y ya me dijeron que en 10 días lo tendría, eso si, previo pago de 1200 €. Casi me da un infarto, las anteriores me costaron 800 €. Les pedía alguna solución temporal hasta que tenga las gafas definitivas y me prepararon unas gafas que si bien no tienes mi graduación completa, ni son progresivas, me están ayudando bastante, porque cuando salimos de allí para llegar a casa, ya era de noche y sin gafas tenía muchos problemas para ver la carretera y encima, se puso a llover.
Bueno, para terminar, seguimos llamando por teléfono todos los días a Objetos Perdidos de aquella localidad alicantina, sin mucha esperanza y sin NINGÚN resultado. Hoy hemos gestionado algunos documentos (el DNI hasta dentro de 15 días no nos han dado cita), alguna tarjeta ya tengo para pagar el gasoil, hemos reciclado unos móviles que teníamos en casa y hemos duplicado las tarjetas que teníamos y ya estamos de nuevo conectados a la tecnología. Aunque no os lo creáis, casi no existen cabinas de teléfono y no tener móvil es casi peor que estar desnudo. Nos acostumbramos tanto a las tecnologías, que ya no sabemos hacer nada sin ellas.
Poco a poco vamos reponiendonos de este mazazo, no olvidamos lo bueno que nos ha pasado y desde aquí prometo que volveré a la zona, porque me faltan muchas cosas por cumplir y una de ellas es reunirme con Cayo, que aunque sea un pesado, es una persona impresionante.
Bueno, perdonar el rollo, ya sabéis como soy y sabéis que me gusta contaros las cosas, porque os considero mi familia.