Saludos.
Sólo le queda terminar, a este también maldito año 2010. Pero antes de que lo haga, he de ponerle algunas cosas en su sitio.
Intentaré no desviar la atención hacia otros puntos, pero tal vez sea inevitable; he de procurar ser consecuente con el asunto de este hilo, luego pido disculpas si me distraigo.
Burgos.
Todos sabéis que he estado en Burgos para cubrir una necesidad laboral de mi actual y nueva empresa -que me proporciona, de momento, un lugar alejado del INEM- en un período más o menos determinado. Un mes y medio fue la primera valoración en tiempo, de esa ayuda que íbamos a prestar. Por motivos de confidencialidad no os explicaré cual es la empresa destino, y de momento, tampoco cual la de origen. Lo que realmente importa es que iba a afrontar una temporada trabajando fuera de casa. Pero con mi renovada Catia V5R19; aunque en inglés...
No es el lugar idóneo para extenderse en lo que ha sido esa experiencia, de modo que me comprometo a hacerlo donde se corresponde. Aquí os explicaré lo que importa y compete.
Después de pasar algunas semanas en las oficinas de Burgos, trabajando con superficies y algunos 2D, el trabajo era lo único interesante. Es bonito ir de turismo, pero cuando el viaje ha tenido esa justificación. De modo que no ha sido fácil pasar las horas no laborales. Estaba solo, pero yo me sentía aun más.
Después del fin de semana del puente de Diciembre, y tras 6 días de estancia en casa y con la familia, decidí no viajar a Barcelona el día 10. Pensé que sería mejor para mi economía -los viajes intermedios no me los pagan- y para mí. Seis horas de coche me matan, de modo que como me quedaban algunas "muertes" más, decidí eso.
La distancia hasta Pamplona, desde Burgos, era asumible, pensé. "Tal vez podrías ir a visitar a...", me dije. Y le llamé.
Mi estimado amigo -creo que puedo llamarte eso- José Luis. No te haces una idea de lo importante que has sido en esta última etapa de mi vida... y también en estos días. Fue muy gratificante ser recibido. Y lo fue mucho más al vernos y poder estrecharnos un poco más.
Como tú ya lo has contado aquí, no me extenderé, pero explicaré el porqué del "cambio de planes".
Sin poder evitarlo, forzado por el hábito del madrugón diario, me levanto el sábado 11 de Diciembre cerca de las 7 de la mañana. Hace mucho frío en Burgos, pero aquí, en este Hotel y a diferencia del "otro", logran misteriosamente dotar al agua de la ducha de la máxima temperatura que soporta mi cuerpo, o sea unos 99°(porque a los 100 hiervo¦), de modo que como me encannnnta el agua hirviendo en la ducha, procedo.
También desayuno, aunque no demasiado, y me lanzo a la carretera auxiliado de mi GPS. Es fácil que hubiese llegado por mis medios, pero me aburro en el coche yo solo. Total que como soy previsor, llego con casi un par de horas de antelación "Ha llegado a su destino" me dice la moza porque he introducido la dirección exacta.
Llamo por teléfono a Mondeo "Ha llamado al¦ 6xx xx xx xx". Miro el reloj. Son las diez y media, o un poco más. "Mmmm ¿ Será muy temprano ?", me pregunto. Llamo al fijo. "Parece que tardan en ¿ Hola ? ¿ Que tal ? Sí, soy yo. ¿ Como ? ¿ Que cuando salgo del Hotel ? Esto Je, Je, Estoy en la puerta de tu casa"
Lo demás es todo y tal como se ha contado. La agradable velada (esta sí, que la otra fue al mediodía, o sea que no era velada...) lo fue por muchas razones. La compañía fue de lo más familiar que podía haber esperado; y la conversa fue tan amena como interesante. Nos fuimos a dormir sobre las dos de la madrugada, pero podíamos haber estado mucho más.
La casi resacosa mañana siguiente fue parecida a la anterior. Esta vez la mitad de las 9 de la mañana (esto es las ocho y media) ya se había consumido. Aseo, vestimenta y arreglar las sábanas. Un pequeño paseo por el salón Un bajar y subir escaleras Un poco de tos forzada "Vaya, parece que estábamos más cansados de lo que parecía
Será mejor que no moleste más", pensé. "Gracias por todo, amigos", susurré.
Salí, arranqué el motor de mi coche, lo situé bajo la ventana, esperé un poco y decidí regresar.
Solo espero -además de aceptarlas personalmente, por teléfono poco después- que José Luis y su señora no se molestaran y acepten otra vez y desde aquí las disculpas de alguien que no pretendía molestar de ninguna de las maneras. Ni por estar ni por irse.
Solo espero que el futuro nos proporcione ocasiones parecidas.
Gracias por todo.
Saludos.