Off Topic
A cuenta de unos comentarios recibidos públicamente y en privado en "la otra página", AuxCad, he escrito uno de mis extensos pensamientos al respecto que me gustaría compartir con vosotros también puesto, aunque primos ya solamente, estamos hermanados unos con otros en todos los sentidos. Y ,como lo he publicado justamente en el post igual que aquí tratamos, aquí mismo lo pongo también.
Espero que os guste y apreciéis en lo que vale lo escrito, aunque no es nada nuevo ni nada que, de alguna manera, no hay expresado ya en alguna ocasión. Simplemente parece que me he levantado sensible hoy y me apetece contar cosas a mis compañeros
Copio y pego, porque al blog muchos no vais a entrar y me gustaría que fuese lo más compartido posible.
Que ustedes lo disfruten, si es el caso
Ya comenté por ahí y en otros sitios que, por suerte o por desgracia, en los diseños de lo que era mi trabajo necesitaba tanto la parte técnica como la artística porque debía competir con empresas muy fuertes que poseían excelentes catálogos con fotografías perfectamente montadas, composiciones y muestras importantes de su trabajo en muchos negocios.
El hecho de ser un humilde ebanista o carpintero (eso es según lo que hayas de fabricar) siempre me ha tenido expectante a cosas nuevas y, desde que hace más de quince años descubrí el 3D Studio y el mundo que me podía abrir, me amarré a él como agua de mayo, y luego a otros hasta que formé mi círculo "personal" de ayuda al objeto de conseguir un trabajo mejor y más profesional y moderno, por decirlo de algún modo, pensando que, sumándolo a mi capacidad de modelar las cosas con mis manos y mis máquinas, podría tener algún futuro digamos especial en mi trabajo, que me encantaba.
Pero conseguir altos niveles de realismo era una labor demasiado ardua en aquellos entonces para simplemente presentar un presupuesto que te podía salir o no, y cientos de horas, sin exagerar, cayeron al vacío. Quiero pensar que al menos me sirvieron para aprender otra cosa, otro mundo, esta maravillosa forma de plasmar los sueños, que es como yo veo. Y me da igual que quede cursi; es lo que hay. Mi empresilla se llamaba, como ahora, "dreams&wood", a fin de cuentas.
Así que ahora, tras la ruina completa de lo que fue mi vida y mi ilusión más querida, sólo me queda esto con lo que intentar forjarme un futuro incierto aún. El hecho de ir aprendiendo más cada vez en este campo, no cabe duda, también me trae por contra la sensación inequívoca de que apenas sé nada (más o menos lo que pongo en mi firma, como podéis apreciar) y de que estoy a años luz de lo que gente como vosotros conocéis en esta forma de inventar las cosas, de darles vida, de otorgarles luz y existencia cuando, precisamente, sólo son un sueño en vuestra mente hasta ese mismo instante.
Es por ello que me interesa todo, engranajes y modelado de chapas incluidos, aunque poco o nada tengan que ver con lo que realmente he sido siempre y me hubiera gustado conseguir. El Cad, por sí sólo, me ha abstraído de tal forma que no sé si podría vivir ya sin un ordenador pegado a mí cada día.
Realmente no he vuelto a tocar el Max ya en ningún proyecto (todos ya chapuzas, que el taller está cerrado para siempre, al menos tal y como se pretendía tener, que en este país has de ser muy grande económicamente para poder mantener una "industria", como ellos, los de arriba, quieren llamar) y utilizo el SolidWorks prácticamente en exclusiva, intentando que, precisamente, me ayude a generar los planos, secciones y detalles de una forma automática y con mucho menos esfuerzo de lo que antes tenía que realizar para un mismo o peor resultado. Lo vi asomar todo esto cuando comenzaba con él y es lo que realmente me atrajo sobremanera, aunque, debido también, o casi exclusivamente, a que ya no tengo trabajo en qué aplicarlo, no he conseguido sacarle aún ese provecho completamente desarrollado. Pero eso no quita para que, efectivamente, vea las extraordinarias posibilidades que ofrece a multitud de trabajos que, no siendo precisamente como el mío, también se mueven por similares parcelas.
Así pues, mientras pueda, que uno ya puede bastante poco, seguiré aprendiendo como una ameba sin control, devorando cuanto se presente por delante y sintiéndome persona gracias a ello.
Y ya que esto parece haberse convertido en otro de mis somnolientos testamentos, quiero aprovechar para ofreceros a todos y cada uno mi más sincero agradecimiento por permitirme estar entre vosotros, efectivamente, como uno más, con mis pequeñas virtudes y mis enormes deficiencias también, que me empeño en lo que cabe en extinguir o minimizar hora tras hora, cada día.
Un saludo y un fuerte abrazo, compañeros.